Adiós Mercedes Sosa

Finalmente hoy falleció Mercedes Sosa, La Negra, como era conocida en su natal Argentina por su siempre larga cabellera que gustaba de llevar suelta como símbolo de su origen indígena.

Nacida el el 9 de julio de 1935 en la ciudad de Tucumán, de la provincia del mismo nombre, se definió así en una entrevista en el año 2000: "Nací en Tucumán y vivo en Buenos Aires. Soy cantante. Soy viuda. Tengo un hijo, Fabián Ernesto, y dos nietas. Soy cáncer. Conduzco un Audi chiquito. He estado muy enferma y me he reencontrado con Dios. Soy progresista. Soy embajadora de Unicef".

Su ausencia dejará un vacío en la música y el canto nuevo, folclórico y popular.

Estoy convencido de que el mejor homenaje es escuchar su canto, su bella voz que nos dejó en más de 40 discos.

Sobreviviendo. Gracias a Mercedes

En 1965, en el Festival Folclórico de Cosquín, el más importante de Argentina, el cantautor Jorge Cafrune invitó a subir al escenario a una cantante casi desconocida. La potencia y belleza de su voz cautivaron al público y desde entonces Mercedes Sosa no ha dejado de estar presente en los escenarios de Hispanoamérica como una los principales representantes no solo de la canción folclórica argentina, sino también del canto nuevo.

A lo largo de su carrera ha grabado numerosos discos, ya sea sola o en colaboración con otros intérpretes y grupos. En su CD más reciente "Cantora" está totalmente hecho en colaboración con cantantes como Serrat, Caetano Veloso y también representantes de la música popular de toda Hispanoamérica, como Diego Torres y Shakira y las mexicanas Julieta Venegas y Lila Downs.

Tal vez sea el último. La Negra, como también es conocida en Argentina está actualmente en estado de coma y al borde de la muerte. Una falla renal complicada desde el 18 de septiembre de este año, pero su estado se ha vuelto crítico desde el viernes dos de octubre.

Ella nos ha dado a conocer varias canciones, tal vez la más emblemática ha sido Alfonsina y el mar, de Ariel Ramírez, un homenaje a la poeta Alfonsina Storni, que se suicidó en el Mar del Plata el 26 de enero de 1938, según la leyenda, internándose lentamente en el mar por la madrugada. Otras canciones memorables que nos ha dejado son su interpretación de Gracias a la vida, de Violeta Parra; Todo a pulmón, de Miguel Ríos; Sòlo le pido a Dios, de León Gieco y muchas otras.

Hay en los blogs cadenas de oración por ella impulsadas por su hijo Fabián Matus, y también mensajes cada vez más numerosos deseándole recupere su salud y nos siga regalando su incomparable voz de dos octavas de registro de soprano.