viernes, 21 de octubre de 2011

Gustavo Enrique Madrigal Arana - Y no tomé nota del día


Y no tomé nota del día

Y no tomé nota del día
cuando nos dimos cuenta uno del otro,
cuando supimos que nos necesitábamos por ser tan distintos y lejanos,
por tener dos historias que nunca se tocarían,
y ser dos que se cruzarían sin verse siquiera
si es que alguna vez coincidiéramos
en la misma ciudad

Bastó una llamada, diez minutos y muchas emociones
para darse cuenta de que dos corazones
latían con la misma emoción;
doscientos kilómetros,
ondas viajando, dos oídos que escuchaban
con el mismo aliento
palabras que salían
palabras como el agua,
como la luna vertiendo su luz

ella curando mis heridas, y yo asido a ella
como quien no
se quiere ahogar

(Ella perlas en la piel
y yo flores en las manos
resonar de sus respiros
y mis manos dibujantes.
Conspiramos el encuentro,
y nos vamos a dormir)